Se acerca San Valentín, el calendario avanza y la fecha está cada día más cerca; pero aún no has decidido qué hacer. Planificar las actividades del día junto a tu pareja puede ser más complejo de lo que parece, pues tienes que considerar los gustos y preferencias de ambos, las posibilidades que ofrece tu ciudad y sobre todo la importancia que le darán a esta fecha.
A pesar de las diferencias de opiniones o intereses sobre celebrar este día de los enamorados, las preferencias individuales e incluso los asuntos económicos, una cena de San Valentín es la opción más sencilla para cualquier pareja. Ya decidirá cada uno si se la toma como una más de tantas cenas juntos o si le da una importancia mayor, pero lo cierto es que reunirse con el ser amado a compartir un delicioso plato de comida no requiere de tanta planificación y resulta sumamente agradable.
Si nuestra idea es pasar una noche memorable, es fundamental tener buena disposición y proponerse disfrutar de la velada. Para ello necesitamos sentirnos cómodos, lo que nos lleva a la decisión fundamental: el lugar.
Por estas fechas son muchos los que deciden cenar fuera, o incluso gastar más de lo que habitualmente gastan en una cena con las intenciones de buscar un buen lugar. Si bien esto parece una buena idea, el hecho de que muchas personas decidan hacerlo podría traducirse en lugares abarrotados de gente, grandes dificultades para conseguir una reserva y, a fin de cuentas, que tu velada no sea tan memorable como pretendes por tener que luchar con la multitud para encontrar un sitio.
Para evitar estas complicaciones, quizá lo mejor sea organizar un evento en tu casa o en la de tu pareja y preparar el ambiente para que sea lo más adaptado posible a los gustos de ambos. La decoración con velas es siempre una excelente opción para darle un toque distintivo y elegante a la mesa, pero si la idea es no generar complicaciones quizá lo mejor sea optar por alguna vela LED que más allá de iluminar el ambiente permita decorarlo un poco y elimine la preocupación por mantenerse pendiente del fuego. El color rojo se posiciona como el protagonista de cualquier arreglo para estos días, por lo que elegir por ejemplo un mantel rojo podría ser una gran opción, más aún si prefieres esos pequeños manteles individuales que se adaptan a cualquier espacio y permiten una decoración más minimalista y personalizada.
Has planificado todo: el lugar, la decoración, tu atuendo… ¿Y la comida? Pues bien, ya que has decidido cenar en casa tienes dos opciones; puedes arriesgarte a cocinar tu propia cena, o bien puedes comprar comida y elegir el plato que te apetezca, pidiendo que te lo envíen a casa así puedes dedicarte únicamente a disfrutar. Si bien la segunda opción parece más sencilla, a tu pareja seguro le gustará que cocines algo especial y dediques un poco de tiempo a ello. Para ayudarte en esta tarea puedes optar por conseguir algún libro de recetas que te ayude a hacerlo de forma más sencilla, como por ejemplo De la cocina a la mesa en 10 minutos con el que cualquier principiante puede preparar un platillo sin pasar demasiado trabajo.
Hagas lo que hagas, lo importante es que te relajes y disfrutes el momento.